Con el año ya
acabando, creo que ya estoy en posición para hablar de este asunto con cierta
base.
Que España
atraviesa un crisis de cojo*** es algo que sabe hasta un gato de la calle, es
así, y a la gente le encanta usarlo como excusa para todo, como el tema que voy
a tratar aquí, de las editoriales españolas. Mucha gente cree que el sistema
editorial en general está en declive, yo entre ellos y que la crisis está
crucificando a las editoriales tradicionales, lo cual ya no me parece tan
exacto. No es lo mismo ver un conflicto desde fuera y participar en él y yo
hablaré dentro de mi experiencia en este mundillo, no tiene porque ser correcta
pero no creo que me aleje mucho de la realidad.
No quiero entrar
en muchos detalles ya que esta noticia me va a quedar bastante larga de por sí,
así que si os interesa saber más pasaros por la Luz de Pandora, que en este artículo explica exactamente lo que
pienso yo y mucho de este premio.
Así que tras esta
enorme decepción, me retiré del concurso y empecé a mandar manuscrito a todas
las editoriales posibles, estamos hablando de febrero y aquí empieza mi
decepción con las editoriales (lo de Minotauro fue decepción de los concursos
en sí, no de las editoriales). Esto quizás suena a “escritor resentido” y no es
del todo equivocado, pero leedlo y luego juzgáis si hablo con propiedad o no.
A principios de
febrero le envié mis manuscritos a algo más de veinte editoriales españolas,
algunas las dejé de lado porque solo aceptaban manuscritos por escrito y si van
a ignorarme, al menos que no me cueste el dinero que me supone imprimir mi
libro de más de 400 páginas en A4, otras tenían el plazo de recepción de
manuscritos cerrado, así que por probar, podría probar más editoriales, pero no
creo que lo haga. Y es por la actitud de
las editoriales, a día de hoy, de las veintintantas editoriales a las que les
mandé mi manuscrito, solo dos, DOS, me han respondido, Ed. Versatil y Fantascy.
La primera a los pocos días diciéndome que mi novela no encajaba en su línea
editorial, y estoy de acuerdo, la mandé allí por mandar, y la segunda,
Fantascy, la única que me respondía a mis correos en un plazo no superior a dos
días y la única que me puso un plazo para responderme (seis meses, me pareció
mucho pero visto lo visto les doy las gracias por avisarme de antemano por
avisarme y cumplirlo) y además me deseó toda la suerte del mundo para que
encontrara un editor, cosa que les honra. Aparte de ellos, el resto de
editoriales, más de dieciocho, no me han llegado a contestar siquiera ni para
decirme que el manuscrito les ha llegado correctamente, ni para hacer un copy-paste
de un rechazo educado y genérico, nada, han pasado por completo de mí como
seguramente harán de casi todo el mundo, es más, estoy completamente convencido
de que ni habrán leído ni la primera página de mi manuscrito. ¿Qué clase de
actitud es esta?
Y aquí está el
meollo de la cuestión que quería tratar, las editoriales españolas no se mueren
por la crisis, ni por la piratería, ni por los ebook ni nada de eso, son ellas
las que se matan agónicamente, ¿qué clase de editorial puede tener éxito cuando
ignora a los escritores? Esto no es ya porque no me ficharan y me dieran una
piscina llena de oro, no, es porque pasaron de mí como seguramente pasarán de
todo el mundo, esas no son formas como empresa.
Además, cuanto
más opiniones leo en blogs de escritores más me alegro de que no me hayan
cogido, la verdad, es desalentador ver cómo tratan a los escritores y cómo
pasan de ellos, todos aquellos que quieran optar por ser escritor algún día, o aquellos con un rato libre y curiosidad, les paso estas direcciones con escritores que cuentan sus experiencias con editoriales: Mercedes Pinto, Savitri Ingrid, Sandra Gallegos. En internet hay más, solo tenéis que usar google.
Luego están las editoriales que te estafan con la primera presentación, las muchas cuya distribución y publicidad brillan por su ausencia, las que te engañan con las cifras de tus ventas, las que no te pagan a su hora... Es deprimente. Por no hablar de su negativa a dejar de hacer tiradas que puedes caer en saco roto y pasar a la impresión bajo demanda que hace por ejemplo amazon, que ahí solo se emprime un libro cuando hay un comprador interesado, no pierdes dinero, no tienes que pagar un sitio para guardar todas las copias hasta que se vendan... Amazon se está comiendo a las editoriales tradicionales porque éstas están panza arriba y no quieren hacer por donde para levantarse.
Esto es solo una idea, pero si las editoriales hicieran impresión bajo demanda podrían tener a muchos más escritores, ya que éstos solo cobrarían por sus unidades vendidas, así, aunque un escritor no les vendiera ni un libro, no perderían dinero y los escritores podrían hacer prácticamente lo mismo que hacemos ya muchos en amazon, pero con una editorial a nuestras espaldas que nos daría más posibilidades de ser vistos entre el mar de libros que hay para elegir.
Y poco más, ya me he desahogado y me siento algo mejor, ya en otro artículo estas navidades contaré mi experiencia con amazon estos primeros meses.