viernes, 19 de diciembre de 2014

Artículo de opinión: Las editoriales españolas

Con el año ya acabando, creo que ya estoy en posición para hablar de este asunto con cierta base.
Que España atraviesa un crisis de cojo*** es algo que sabe hasta un gato de la calle, es así, y a la gente le encanta usarlo como excusa para todo, como el tema que voy a tratar aquí, de las editoriales españolas. Mucha gente cree que el sistema editorial en general está en declive, yo entre ellos y que la crisis está crucificando a las editoriales tradicionales, lo cual ya no me parece tan exacto. No es lo mismo ver un conflicto desde fuera y participar en él y yo hablaré dentro de mi experiencia en este mundillo, no tiene porque ser correcta pero no creo que me aleje mucho de la realidad.

El verano del año pasado terminé mi primera novela, que ahora está en amazon en formato físico y digital por motivos que ahora comentaré, y empecé mi andadura en este mundillo tan jodido que es el de escritor novel y que no te conoce ni Dios, el caso es que empecé como mucho, con ilusión participando en un concurso, sin esperanza alguna de ganar, por supuesto, pero sí de que me leyera alguien que quisiera darme luego una oportunidad, el premio en cuestión es el de Minotauro, uno de los más importantes de fantasía de España si no el que más, aquí vino mi primera decepción. El concurso tenía su plazo de entrega y su fecha para decir el ganador, como en todos, la espera de varios meses entre entregar el manuscrito y saber si había rascado algo era una putada, ya que era casi medio año creo recordar pero lo entendía, se presentaba mucha gente y tenía que leer al menos algo de cada uno, vale, me aguanto, la gracia vino cuando llegó la fecha y no decían ni pío, y varios días después me enviaron un correo diciendo que veredicto se posponía ocho meses. ¡Ocho putos meses! Me quedé helado. ¿Qué hacía entonces? ¿Me quedaba ocho meses rascándome el ombligo mientras anunciaban un ganador que sabía de antemano que no iba a ser yo? No me hacía ninguna gracia y cuanto más investigaba peor sabor de boca me quedaba, que si este concurso como todos estaba amañado, que el ganador siempre era un veterano y el premio era solo para impulsar su nuevo libro, que si el ganador aún no había podido terminar su libro y por eso dejar el veredicto para varios meses después, etc… Al principio no quería darle crédito a estas cosas, pero es que los de Minotauro no daban más que pies a estas habladurías y yo llegué a creérmelas. E hice bien, ya que el mes pasado se anunció el ganador y es para sospechar y tener por seguro de que todo el puto concurso estaba amañado.
No quiero entrar en muchos detalles ya que esta noticia me va a quedar bastante larga de por sí, así que si os interesa saber más pasaros por la Luz de Pandora, que en este artículo explica exactamente lo que pienso yo y mucho de este premio.

Así que tras esta enorme decepción, me retiré del concurso y empecé a mandar manuscrito a todas las editoriales posibles, estamos hablando de febrero y aquí empieza mi decepción con las editoriales (lo de Minotauro fue decepción de los concursos en sí, no de las editoriales). Esto quizás suena a “escritor resentido” y no es del todo equivocado, pero leedlo y luego juzgáis si hablo con propiedad o no.

A principios de febrero le envié mis manuscritos a algo más de veinte editoriales españolas, algunas las dejé de lado porque solo aceptaban manuscritos por escrito y si van a ignorarme, al menos que no me cueste el dinero que me supone imprimir mi libro de más de 400 páginas en A4, otras tenían el plazo de recepción de manuscritos cerrado, así que por probar, podría probar más editoriales, pero no creo que lo haga.  Y es por la actitud de las editoriales, a día de hoy, de las veintintantas editoriales a las que les mandé mi manuscrito, solo dos, DOS, me han respondido, Ed. Versatil y Fantascy. La primera a los pocos días diciéndome que mi novela no encajaba en su línea editorial, y estoy de acuerdo, la mandé allí por mandar, y la segunda, Fantascy, la única que me respondía a mis correos en un plazo no superior a dos días y la única que me puso un plazo para responderme (seis meses, me pareció mucho pero visto lo visto les doy las gracias por avisarme de antemano por avisarme y cumplirlo) y además me deseó toda la suerte del mundo para que encontrara un editor, cosa que les honra. Aparte de ellos, el resto de editoriales, más de dieciocho, no me han llegado a contestar siquiera ni para decirme que el manuscrito les ha llegado correctamente, ni para hacer un copy-paste de un rechazo educado y genérico, nada, han pasado por completo de mí como seguramente harán de casi todo el mundo, es más, estoy completamente convencido de que ni habrán leído ni la primera página de mi manuscrito. ¿Qué clase de actitud es esta?

Y aquí está el meollo de la cuestión que quería tratar, las editoriales españolas no se mueren por la crisis, ni por la piratería, ni por los ebook ni nada de eso, son ellas las que se matan agónicamente, ¿qué clase de editorial puede tener éxito cuando ignora a los escritores? Esto no es ya porque no me ficharan y me dieran una piscina llena de oro, no, es porque pasaron de mí como seguramente pasarán de todo el mundo, esas no son formas como empresa.

Además, cuanto más opiniones leo en blogs de escritores más me alegro de que no me hayan cogido, la verdad, es desalentador ver cómo tratan a los escritores y cómo pasan de ellos, todos aquellos que quieran optar por ser escritor algún día, o aquellos con un rato libre y curiosidad, les paso estas direcciones con escritores que cuentan sus experiencias con editoriales: Mercedes PintoSavitri IngridSandra Gallegos. En internet hay más, solo tenéis que usar google.

Luego están las editoriales que te estafan con la primera presentación, las muchas cuya distribución y publicidad brillan por su ausencia, las que te engañan con las cifras de tus ventas, las que no te pagan a su hora... Es deprimente. Por no hablar de su negativa a dejar de hacer tiradas que puedes caer en saco roto y pasar a la impresión bajo demanda que hace por ejemplo amazon, que ahí solo se emprime un libro cuando hay un comprador interesado, no pierdes dinero, no tienes que pagar un sitio para guardar todas las copias hasta que se vendan... Amazon se está comiendo a las editoriales tradicionales porque éstas están panza arriba y no quieren hacer por donde para levantarse.

Esto es solo una idea, pero si las editoriales hicieran impresión bajo demanda podrían tener a muchos más escritores, ya que éstos solo cobrarían por sus unidades vendidas, así, aunque un escritor no les vendiera ni un libro, no perderían dinero y los escritores podrían hacer prácticamente lo mismo que hacemos ya muchos en amazon, pero con una editorial a nuestras espaldas que nos daría más posibilidades de ser vistos entre el mar de libros que hay para elegir.

Y poco más, ya me he desahogado y me siento algo mejor, ya en otro artículo estas navidades contaré mi experiencia con amazon estos primeros meses.